El mal aliento es un problema de muy fácil solución una vez tengas identificada la causa que lo origina. Con una simple visita al odontólogo y siguiendo el tratamiento adecuado podrás gozar de un natural y fresco aliento.
Unas de las causas más comunes que originan el mal aliento son los problemas de origen dental. Algunos de ellos de fácil remoción como los cálculos y la caries dental. Otros toma un poco más de tiempo y dedicación por parte del paciente y el odontólogo para eliminarlos como son las llamadas enfermedades periodontales (periodontitis y gingivitis).
Si después de haber consultado a tu odontólogo y efectuado el tratamiento correcto y el mal aliento no desaparece se debe contemplar otras enfermedades que pueden provocarlo. La diabetes, sinusitis e infecciones gastrointestinales son algunas de las cuales pueden desencadenar el mal aliento.
Hay que tener presente que los buenos hábitos alimenticios y de higiene oral son la clave para el buen aliento y la salud dental. Recientes investigaciones aseguran que ciertas enfermedades como la periodontitis y la gingivitis son factores de riesgo en las enfermedades cardiacas.
El correcto cepillado al menos 3 veces al día, al levantarte, después de almuerzo y antes de ir a la cama te garantizara un 70% de éxito contra las enfermedades dentales. Aunque suene a frase de cajón visita tu odontólogo al menos 2 veces cada seis meses, esto te ayuda a complementar tu higiene diaria con la higiene profesional. Aliméntate saludablemente, algunos alimentos pueden también ocasionar el mal aliento, consumir diariamente frutas y verduras no solo te ayuda a mantenerte en forma sino a que su vez se reflejara en tus dientes.
En conclusión si lo que quieres es sonreír ampliamente sin temor a provocar rechazo o un mal gesto, ten en cuenta estos sencillos consejos. Una bella sonrisa sana y agradable es la mejor carta de presentación.