Para muchas personas es común asociar el tener una piel bonita con gastar dinero y en algunos casos es así. En la actualidad existen a la venta miles de productos con deslumbrantes publicidades en los medios masivos y en tiendas de belleza, los cuales prometen resultados al instante garantizados por el fabricante. Estos productos son hechos con ingredientes químicos que desconocemos los que en ocasiones carecen de soporte científico. El uso regular de algunos de esos productos puede generar dependencias o contraindicaciones, dejando a su paso secuelas imposibles de borrar. También contamos con las carísimas cirugías, de resultados inmediatos pero de recuperación larga y dolorosa sin mencionar que si no son efectuadas por un experto los resultados podrían llegar a ser desastrosos.
También existen algunas posibilidades no tan costosas y muy efectivas, simplemente se requiere de productos clave y constancia a la hora de utilizarlos. Para ello es aconsejable prestar atención a las siguientes recomendaciones:
- Hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de piel y que es necesario darle un cuidado con los productos apropiados. La piel grasa tiene condiciones diferentes que la piel seca, por ende requiere de un trato diferente.
- Elegir una rutina de limpieza específica para áreas sensibles como labios y ojos.
- La limpieza es muy importante, se debe hacer al levantarse y al acostarse, es de máxima importancia no ir a la cama con maquillaje o con la piel sucia, la limpieza hace a la piel más receptiva a los tratamientos ya que el poro se mantiene limpio y cerrado.
- Es importante hidratar, proteger y nutrir la piel, para esto se debe seleccionar el tipo de producto dependiendo de nuestra piel, es decir: si la piel es grasa no es necesario utilizar cremas, es más, entre menos productos se utilicen mejor, la saturación puede generar un resultado adverso. La piel normal o con tendencia mixta tiende a perder el balance de humectación, así que debe ser todos los días limpiada e hidratada. Las pieles secas requieren un poco más de cuidado y dedicación ya que este tipo de piel no segrega grasa, por eso es necesario humectarla e hidratarla en el día y repetirlo en la noche.
- Para evitar alergias asociadas al maquillaje escoge un producto que se adapte a tu tipo de piel, preferiblemente formulado. Muchas marcas comerciales se preocupan no solo por hacerte ver hermosa sino también por brindar un valor agregado colocando nutrientes en tu maquillaje.
- Es muy importante protegerte del sol incorporando al cuidado diario un filtro solar. El sol directo solo es bueno antes de las 9:30 am y después de la 4:00 pm. Esto estimula a que nuestro organismo sintetice la vitamina D, tan necesaria para lucir una piel sana y radiante.
- También debes prestar atención a factores externos que podrían maltratar tu piel: el ambiente de la ciudad, el tabaco y el estrés son algunos de ellos, los cuales que están presentes a diario. Para contrarrestarlos limpia religiosamente tu piel cada noche te hayas o no maquillado.
- Para un mejor resultado adiciona a tu rutina productos naturales para refrescar y nutrir la piel, algunos de los más recomendados son: la papaya, usada como mascarilla, ayuda a evitar la piel grasosa. El aceite de oliva, úsalo como exfoliante mezclado con un poco de azúcar. La miel de abeja, excelente humectante, te ayuda a evitar la resequedad.
- Por último el agua, recuerda que nuestro cuerpo está constituido por el 70% de agua, ingerir al menos 5 vasos diarios de agua te ayudara a conservar hidratado tu cuerpo, permitiendo lucir una piel más tersa y suave.
Si sigues estos sencillos y prácticos consejos verás tu dedicación recompensada con una piel sana, fresca y radiante. Es probable que no veas resultados los primeros días pero la diferencia será notoria al paso del tiempo, siempre y cuando seas constante y dedicada. No lo hagas solo por estética, hazlo por salud.
En conclusión, no solamente se trata de gastar dinero en costosos productos, es más importante contar con la información precisa de lo que se va a usar, cómo actúa y lo que realmente podemos esperar antes de iniciar un tratamiento o rutina de belleza. Recuerda: tu piel puede revelar tu edad pero si está bien cuidada puede, para tu beneficio, ocultarla.